EL PRÍNCIPE MARCO
Era se una vez hace muchos muchos años, había un pequeño
reino, tan pequeño casi como una aldea. Ese reino estaba gobernado por un
apuesto rey y su bella esposa, eran jóvenes, alegres y poco tradicionales, en
definitiva, muy diferentes a los monarcas de los reinos vecinos.
Fueron pasando los años y sus deseos e inquietudes también
fueron cambiando, deseaban formar una familia. El gran día llegó, la reina dio
a luz a un bellísimo bebe con carnosas mejillas y muy sonriente, su nombre
seria Marco.
Marco fue criado de una manera poco tradicional, acorde a los
pensamientos de sus padres, no era nada presuntuoso ni caprichoso. Adoraba bajar a la cocina para ayudar a
preparar la masa y las salsas para los dulces para el desayuno del día
siguiente.
Los años fueron pasando y tristemente los reyes fueron
envejeciendo, por lo que el príncipe Marco se convirtió en rey, su forma de ser
y actuar no cambiaron, él seguía bajando cada noche a la cocina.
Una de aquellas noches el rey vio que había luz, sorprendido intentó
ver quien estaba a esas altas horas en la cocina, tras una escasa espera, se dio cuenta que era Todaclasedepieles, la muchacha que rescataron del bosque días
antes, esta seguía cubriéndose con el abrigo peludo que le tapaba casi por
completo todo el cuerpo, pero por el borde de la capucha asomaba un precioso y
largo mechón de cabello rubio dorado como el oro.
Desde entonces, el rey bajaba a observar cada noche a la
joven, mientras esta realizaba sus tareas.
El tiempo fue pasando y los reinos vecinos se impacientaban, y
aunque él no era partidario de seguir las tradiciones, estas marcaban que debía
desposarse con una princesa de alguno de los reinos.
Finalmente la música, la fiesta, las celebraciones y los fabulosos banquetes
llegaron a este pequeño reino. Se llevaría a cabo un precioso baile para que el
nuevo rey pudiera encontrar una princesa con la que desposarse.
El rey Marco estaba resignado a tener que casarse con una de
las princesas que acudieran, el seguía pensando en la joven cocinera; las
noches que no la veía se iba a la cama apesadumbrado, queriendo soñar con ella.
Pocos días antes de que el gran evento comenzase, el cocinero del reino le pidió a
Todaclasedepieles, que se esmerase particularmente en estas recetas, ya que
eran para el baile real, la muchacha se esforzó mucho en cocinar todo a la
perfección, y el cocinero quedo asombrado con su esmero, por lo que le concedió
el poder acudir a ver el baile.
Cuando llegó la gran noche, Todaclasedepieles se cepilló el
cabello, se aseó y se puso sus mejores galas, bajó al salón y quedó perpleja ante tanta
majestuosidad, pero lo que más resaltaba de todo el salón no era el oro o los
brillos de las joyas, sino la cara de tristeza y desilusión que tenía el Rey. La
joven fue acercándose a él poco a poco, hasta que sus miradas se cruzaron, el
gesto del rey cambió, y aun sin saber quién era ella en realidad, una gran sonrisa se dibujó en su cara.
Pasaron los minutos y la horas y ambos disfrutaban de la
compañía del otro, hasta que Todaclasedepieles se percató que ya era hora de
volver a sus responsabilidades en la cocina, y desapareció entre la
muchedumbre.
El rey al percatarse de ello la siguió por los largos
pasillos de palacio, hasta llegara a la cocina, escondido tras la puerta pudo
ver como la joven Todaclasedepieles se cubría con el peludo abrigo, fue en ese preciso
instante cuando el rey Marco se percató de que la muchacha con la que soñaba
cada noche y la que le había robado el corazón en el baile esa misma noche,
eran la misma persona.
A la mañana siguiente, y como cada día, el rey pidió que le
sirvieran el desayuno, pero esta vez solicitó expresamente que fuera la joven
quien realizase dicha tarea. Al verla entrar el rey se levantó, le descubrió el
rostro, oculto por la capucha y pudo ver que realmente era ella.
Ella sorprendida por la actuación del rey le contó su
historia, este atónito ante tal relato, le prometió cuidarla y protegerla de
todo peligro hasta el final de sus días.
Adaptación:
He realizado una adaptación del cuento ‘Toda clase de pieles’
relatando una historia relacionada e hilvanándola con la original, pero desde
otro punto de vista, como se suele decir ‘siempre
hay dos versiones de la misma historia’.
He omitido varios datos relevantes
de la historia original, como la muerte de la madre, la última voluntad de la madre antes de
morir, los temas relacionados con el incesto, los vestidos…
He mantenido el personaje de Toda clase de pieles, aunque
cede protagonismo al príncipe Marco, también he conservado momentos puntuales y
relevantes del cuento original, como el rescate de ‘Toda clase de pieles’ del
bosque, el trabajo de esta en la cocina de palacio o el posterior enlace
matrimonial con un príncipe.
La adaptación es para niños de 5 a 6 años, he elegido esta
edad ya que se engloba dentro de los personajes y cuentos fantásticos de hadas,
reino y princesas, temas que les llaman la atención en esta etapa.
La trama es larga y a esta edad la capacidad de atención aumenta
notablemente, sobre los 5 o 6 años el niño ya es capaz de comprender una secuencia de
hechos.
Respecto al lenguaje expresivo y comprensivo, el vocabulario
del niño es cada vez más rico y elaborado, comprende la mayor parte de las
cosas y es capaz de hilvanar diferentes acciones complejas.